LA VICTORIA DE JUNIN
CANTO A BOLIVAR
El trueno
horrendo que en fragor revienta
y sordo retumbando se dilata
por la inflamada esfera,
al Dios anuncia que en el cielo impera.
Y el rayo que en Junín rompe y ahuyenta
la hispana muchedumbre
que, más feroz que nunca, amenazaba,
a sangre y fuego, eterna servidumbre,
y el canto de victoria
que en ecos mil discurre,
ensordeciendo el hondo valle y enriscada cumbre,
proclaman a Bolívar en la tierra
árbitro de la paz y de la guerra.
Las
soberbias pirámides que al cielo
el arte humano osado levantaba
para hablar a los siglos y naciones,
- templos do esclavas manos
deificaban en pompa a sus tiranos -
ludibrio son del tiempo, que con su ala
débil las toca y las derriba al suelo,
después que en fácil juego el fugaz viento
borró sus mentirosas inscripciones;
y bajo los escombros, confundido
entre la sombra del eterno olvido,
-¡oh de ambición y de miseria ejemplo!
el sacerdote yace, el dios y el templo.
DOLORES VEINTIMILLA DE GALINDO
Obras:
- Aspiración
- Anhelo
- Sufrimiento
- La noche y mi dolor
- Quejas
- A mis enemigos
- A un Reloj
- A mi madre
- Desencanto
SUFRIMIENTO
Pasaste, edad hermosa,
en que rizo el ambiente
las hebras del cabello por mi frente
que hoy anubla la pena congojosa.
Pasaste, edad de rosa
de los felices años,
y contigo mis gratas ilusiones ...
Quedan en su lugar los desengaños
que brotó el Huracán de las pasiones.
Entonces ¡ay! entonces, madre mía,
tus labios enjugaban
lágrimas infantiles que surcaban
mis purpúreas mejillas... y en el día
¡ay de mí! no estás cerca para verlas ...
¡son del dolor alquitaradas perlas!
¡Madre! ¡Madre! no sepas la amargura
que aqueja el corazón de tu Dolores,
saber mi desventura
fuera aumentar tan sólo los rigores
con que en ti la desgracia audaz se encona.
¡En mi nombre mi sino me pusiste!
¡sino, madre, bien triste!
Mi corona nupcial, está en corona
de espinas ya cambiada ...
Es tu dolores !ay! !tan desdichada!
NUMA POMPILLO LLONA
Obras:
- A don
Fernando Velarde
- Desde mi
estancia
- Desolación.
El poeta y el siglo
- Noche de
dolor en las montañas
LOS ARQUEROS NEGROS
Tras el hombro el carcaj : un pie adelante;
con el brazo fortísimo membrudo
tendiendo el arco; y, con mirar sañudo,
inclinado el etiópico semblante,
así, en hilera, el batallón gigante
de dolores me acecha torvo y mudo;
y sus saetas clava en mi desnudo
ensangrentado pecho palpitante! ...
¡Mas no de tus flecheros me acobardo
ante el airado ejército sombrío;
sus golpes todos desdeñoso aguardo!...
¡Manda a tu hueste herirme, oh Hado impío,
hasta que lancen su postrero dardo!
Hasta que se halle su carcaj vacío.
JULIO ZALDUMBIDE GANDOTENA
Obras:
- A María (Zaldumbide)
- A mi corazón
- A mis lágrimas
- Al dolor (Zaldumbide)
- Al sueño (Zaldumbide)
- El amor en la adolescencia
- El arroyuelo (Zaldumbide)
- El bosquecillo
- El mediodía
A LAS FLORES
Prole gentil del céfiro y la aurora,
nacida con el don de la belleza;
gracias con que la gran naturaleza
ríe, y su augusta majestad decora.
La luz del sol, que el universo dora,
no tanto de su frente en la grandeza,
cuanto en vosotras linda se adereza,
y con matiz más gayo se colora.
En el campo del éter las estrellas
son flores celestiales, y en el suelo
vosotras sois estrellas de colores.
Tan puras sois, en fin, al par que bellas,
que pienso que del mundo el claro cielo
no tiene cosas más... que alma y flores.
MIGUEL MORENO
Obras:
- Cantares de
Elena
- Canto a
Honorato Vázquez
- Cosas del
tiempo
- La garza del
alisar
- La niña y el
escribanillo
- La novia
- Perdida
- Reposo
(Moreno)
- Si volvieras
CANTARES DE ELINA
Palomita de mi huerto,
de ojos de dulce mirar,
¿conque es cierto, conque es cierto
que huíste del palomar ... ?
Yo formé del pecho mío
un nido para ti, fiel,
y ahora lo dejas vacío:
¡palomita, eres muy cruel!
¡Quién me diera en mi tormento
arrancar del corazón
tu imagen o el sentimiento
de esta horrible decepción!
Aprende: esas dos palomas;
Van juntas en pos de ti,
y aunque transpasan las lomas,
juntas vuelven hacia mí ...
Y me dicen: ¿Hasta cuándo
te ha prometido volver ... ?
Y les contesto llorando:
-Mañana al amanecer ...!
Y de mañana en mañana
va creciendo mi dolor,
y como él ¡Suerte inhumana!
¡también se aumenta mi amor!
Vuelve, palomita ausente,
mi pecho es tu palomar;
como supe amar ardiente,
¡así sé yo perdonar!
¡Ay! ¿Por qué dar al olvido,
que te ofrecí con amor,
para que tejas tu nido
rosas y malvas de olor. . . ?
Como un inocente niño
cuando tuve te ofrecí,
aun de mi madre el cariño
lo sustraje para ti ...
..........................................
Y creció en el pecho mío,
por instantes, mi pasión,
¡y ahora lloro mi desvío,
ay paloma, ay corazón. . . !
Vuelve, palomita ausente,
mi pecho es tu palomar;
como supe amar ardiente
así sé yo perdonar...
Vuelve, vuelve, te lo ruego
por nuestro soñado edén,
por mi amor ardiente y ciego
y por el tuyo también.
Mas ya no tendrán su día
tanto amor, tanta ilusión;
¡adiós esperanza mía... !
¡queda muerto el corazón...!
CÉSAR BORJA
Obras:
- Paisaje
De Las Cordilleras
- "Búcaro
Roto" De Sully Prudhomme
- Pan
En La Siesta
- De "Flores
Tardías"
PAISAJE DE LAS CORDILLERAS
¡Qué bello despertar! La luz triunfante doquier hería a la rebelde sombra, descubriendo calladas perspectivas sobre la verde matizada alfombra.
Y a su conjuro mágico surgía
de entre los pliegues de la niebla reta, sobre el fondo del claro firmamento, la cordillera altísima v remota.
En cavo lomo inaccesible v negro, muralla eterna a la planicie inmensa, cada cumbre de nieve parecía
frente mebriada que en el cielo pi Surgió radiante el sol. Entre las crestas del Ande secular encanecido,
veíase el disco brillador en fondo de nácares fulgentes encendido. Del lecho de los páramos obscuros la mole negra del titán se erguía v radiaba del hielo de sus cumbres los resplandores mágicos del día. |
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BUENA PRESENTACION DEL TRABAJO./10
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